El sueño de
todo pelotero es llegar a las grandes ligas, pero para muchos es más complejo
mantenerse que llegar. Por esa razón es que muchos de ellos hacen lo que su
organización considere que sea lo más apropiado para el jugador como para el
equipo.
Recostado
en uno de los muebles del clubhouse visitante del Rogers Centre se encontraba
Luis Valbuena, antes del segundo partido de la serie entre los Angelinos y los
Azulejos, una de las varias formas de relajarse antes de los compromisos, a
escasos metros se encontraban su compatriota Juan Graterol jugando cartas con otros
de sus compañeros.
Valbuena
inició su carrera en las mayores como segunda base en la cual se lució con los
Marineros y los Indios, pero a lo largo de su carrera le ha tocado defenderse
en distintas posiciones. Durante su estadía con los Cachorros fue movido al
tercer cojín y ahora con Anaheim también ha jugado en la antesala como en la
inicial. "Mientras esté jugando es lo importante", comentó el nativo
del estado Sucre.
Para
algunos jugadores hacer una transición en el terreno puede ser algo incómodo
para el pelotero. "Siempre trato de agarrar rollings en todo el infield,
eso es lo que me ayuda. No me preocupo donde voy a jugar", manifestó quien
pertenece a los Cardenales de Lara en el beisbol invernal, que poco probable se
uniforme cpn los crepusculares para la venidera temporada en la LVBP.
El utility
no tiene mala defensiva, pero su condición de bateador zurdo, el poder
ocasional que posee y la capacidad de cubrir varias posiciones son los
atributos que le han permitido estar casi 10 años en el mejor beisbol del
mundo.
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