Un rodado de Corey Seager por los previo de Jose Altuve, el venezolano
se combinó con Yulieski Gurriel y se completó el out 27 para bajar el telón de
la serie mundial. De esta forma los Astros de Houston se coronaron campeones
por primera vez en su historia en 55 años en las grandes ligas.
En 2011 el conjunto de Houston decidió hacer varios movimientos, y
empezó por su gerencia. El mexicano Jeff Luhnow fue contratado para ser el
gerente del equipo y con su designación comenzaron los cambios. El plan de
Luhnow comenzó con la reestructuración del club y trabajar con los jóvenes del
equipo. Para la zafra de 2012 totalizaron 107 derrotas, la temporada
siguiente en su debut en el joven circuito, fue peor sumaron sólo 51 victorias
y 111 derrotas. Para esa campaña la nómina del equipo no superaba los 15
millones de dólares. Esa campaña les tocó enfrentarse a equipos con jugadores
como Felix Hernández (19 millones), Josh Hamilton (17 millones), Albert
Pujols (16 millones), Adrián Beltré (16 millones), por nombrar algunos de su
misma división, cada uno de ellos tenía un salaria más alto que todo el equipo
de Houston. Si bien las chequeras de los peloteros no juegan, sin duda a esos
jugadores se les paga por su talento y se hace más difícil competir contra
equipos de esa índole.
José Altuve comentaba en varias de
sus entrevistas después de coronarse que en varias ocasiones conversó con
Luhnow y Jim Crane (dueño del equipo) sobre sus intenciones de ser competitivo
y luchar por un anillo. El venezolano mencionaba que la respuesta de ellos
siempre fue; "vamos a ganar, sólo hay que tener paciencia". Para la
temporada de 2015 el roster de los Astros lucía diferente a las tres anteriores
y los resultados así lo demostraron. El equipo avanzó a playoffs y se quedó a 6
outs de lograr su boleto a la serie de campeonato de la Liga Americana.
"Al llegar este año a los campos
de entrenamiento sentía un gran ambiente, y me dije sí este año podemos
ganar", expresó Altuve la noche del miércoles.
Carlos Beltrán, Brian McCann y
Charlie Morton fueron caras nuevas en el comienzo de campaña para los Astros, y
a la postre resultaron piezas fundamentales en la conquista del título. Gurriel
también dio gran aporte y en 2017 tuvo su primera campaña completa en las
mayores, pero la vela al pastel se la colocó la adquisición de Justin Verlander
a pocas horas de finalizar la prórroga para incluir jugadores para la
postemporada. Luhnow y la directiva de Houston sabían que era cuestión de
tiempo para quedarse con la división Oeste del joven circuito, sin embargo
necesitaban reforzar su rotación para aspirar a lo que todo equipo anhela,
ganar la serie mundial.
Verlander sumó cinco triunfos en
igual número de salidas desde su llegada en la ronda regular, frente a los
Medias Rojas de Boston ganó dos de los tres partidos y en la serie de
campeonato ante los Yanquis de Nueva York también sumó dos lauros y se acreditó
el MVP. Aunque en el clásico de otoño no sumó victorias, sus compañeros se
encargaron de hacer el resto.
Cuando mencioné que este equipo se
coronó al mejor estilo de Hollywood lo dije por varias razones. El pasado
agosto la ciudad de Houston sufrió con el huracán Harvey uno de los más fuertes
en la historia de esta nación. La serie se extendió hasta su máximo (7 juegos)
y la ganaron en la casa de los Dodgers de Los Ángeles, el equipo consentido de
Hollywood. Beltrán regresa a los Astros luego de 13 años y gana su primer
anillo después de 20 temporadas en las mayores. El receptor Evan Gattis hace 10
años trabajaba en una empresa de mantenimiento y ahora formó parte del mejor
equipo de las grandes ligas.
Sumado a eso, lo mencionado
anteriormente con sus temporadas de más de 100 derrotas hace 4 y 5 años.
Para 2018 algunos jugadores de esta
nómina serán agentes libres, pero la base del equipo se mantendrá por lo que
una vez más son candidatos para estar en la postemporada y luchar por retener
el título.