miércoles, 6 de enero de 2016

¿Ken Griffey Jr el mejor?


Para nadie era un secreto hace 5 años que Ken Griffey Jr iba ser electo para el Salón de la Fama de Cooperstown en su primera selección, la pregunta era ¿Con qué porcentaje iba terminar en la votación?

Transcurrieron los años y llegó el ansiado día para todo jugador que aspira al reconocimiento. Este miércoles el 13 veces seleccionado al Juego de Estrellas estará en el templo de los inmortales y con mucha probabilidad de ser el primer jugador en la historia desde la creación de este recinto en 1939, de ser exaltado de forma unánime.

Razones sobran para seleccionar al Jr, como se le apodaba. Finalizó su carrera con 630 cuadrangulares, ganó 10 veces el guante de oro de la Liga Americana, 7 veces ganador del bate de plata, Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1997, entre otros logros. Su swing era único y su elegante y segura forma de fildear en los jardines lo hizo ser un ícono en el beisbol. Griffey era una súper estrella, un pelotero idolatrado cuya imagen aparecía en chocolates y cajas de cereales, la clase de figura que el béisbol ha echado de menos en los últimos tiempos.


Todo pese a jugar en una ciudad en el extremo Noroeste de Estados Unidos, donde sus partidos se efectuaban en horas que suelen corresponder a la medianoche para los fanáticos en el Este.
Son muchas las cualidades que se podían destacar de este zurdo dentro del terreno, pero lo que más llamaba la atención era con la intensidad que disputaba cada partido, aspecto muy positivo y todo manager desearía tener un jugador con la entrega que él tenía, pero lamentablemente esa misma intensidad fue la que le propició tantas lesiones.

Muchos se preguntarán ¿Cuantos jonrones hubiese dado el Jr de haberse mantenido sano en su carrera?

Sí bien las lecciones están dentro de cualquier deporte, para Griffey Jr fue su peor obstáculo.
Es algo imposible de saber, pero es muy probable que él fuese el líder de vuelacercas de todos los tiempos, por encima de Barry Bonds, quien es acusado de usar esteroides, razón por la cual no ha logrado ser exaltado a Cooperstown.


La estrella de los Marineros en los 90 promedió casi 140 partidos en las 11 temporadas que jugó para el conjunto nauta, pero al pasar a Cincinnati llegaron los inconvenientes físicos para el slugger, ya que su porcentaje bajó a 105 juegos en 9 zafras. Lo que da como resultado casi 35 compromisos menos que disputó el nativo de Pennsylvania por campaña en los nueve años que vistió el uniforme de los Rojos. Esto da un total de 315 juegos más que pudo haber disputado de haber mantenido el ritmo que tuvo en Seattle, lo que hubiesen sido por lo menos 1000 turnos más. Estas son simples suposiciones que a veces resultan absurdas hacerlas en los deportes, pero es lo que nos lleva a indagar cada día más en esta labor.


Griffey cerró su carrera con 22 temporadas, promedió 121 partidos por campaña y finalizó con 9801 veces al bate. De 1996 al 2000 promedio 49.8 cuadrangulares por campaña, pero de 2001 a 2004 esa cifra disminuyó a 15.5 por año, debido a las lesiones.

Más que lamentar los jonrones que no pudo dar Ken Griffey Jr, a él pudiese dolerle más no haber ganado un anillo de Serie Mundial y sólo pudo participar en 3 postemporadas.


Pudiese seguir sacando estadísticas del Jr, pero eso ahorita poco importa, lo relevante y destacado es que este miércoles se anunciará que será un inmortal más de Cooperstown y que pudiese hacer historia si es elegido de forma unánime. De no alcanzar esta hazaña pudiese superar el record de Tom Seaver en 1992, quien posee el porcentaje más alto entre los exaltados con 98.84% de los votos.

¿Quién o quienes acompañarán a Ken Griffey Jr en esta edición? Lo sabremos en pocas horas.

La mala suerte persigue a Cardenales

Una vez más la ciudad de Barquisimeto volvió a quedarse sin beisbol en enero. Lo más lamentable para los seguidores de los Cardenales es que la temporada que tuvo el conjunto larense con 33 triunfos, era justa para estar en la siguiente instancia de la pelota venezolana. Un nuevo formato que casualmente fue planteado por la directiva de los pájaros rojos es el que hace que injustamente ellos sean el primer equipo en la historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en quedar eliminados luego de concluir la zafra con saldo positivo.


Rangel Ravelo, uno de sus importados, fue el productor del año y fuerte candidato al Premio Jugador Más Valioso. Raúl Rivero, otro fuerte candidato a Pitcher del Año, logró 7 triunfos y su efectividad terminó en 2.03 en 80 entradas de labor. Ildemaro Vargas recién llegó y conectó casi 70 imparables.

Eso no lo es todo, Lara logró juntar en su alineación a Ravelo, Carlos Rivero, Jairo Pérez, Paulo Orlando y en algunos encuentros luego de la suspensión se sumó Héctor Giménez. A ellos hay que agregarle a Vargas y Juniel Querecuto que también respondió a la confianza y se quedó con el campocorto de la tropa crepuscular.

Todo el crédito para la gerencia, porque a pesar de los inconvenientes que se conocen para poder traer a jugadores este año pudo acertar la contratación de Ravelo, contar una vez más con Orlando, quien a este servidor le expresó en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en Toronto su pasión por el Cardenales y por jugar en la LVBP, pero este año su situación era diferente ya que estuvo en la novena que se alzó con el clásico de otoño. Dije acertar porque Ravelo sí logró rendir y producir para los pájaros rojos. Hay que recordar que Michael Saunders, Mike Moustakas, Tyson Gillies, Joc Pederson vistieron la camisa de Lara en las últimas temporadas y no fueron lo que se esperaba.

También hay que resaltar el cambio de Vargas que aunque es muy temprano aún todo parece indicar que los occidentales fueron los ganadores en ese cambio con Caribes.


Sí bien acabo de resaltar varios aspectos positivos ¿Cómo se explica que Cardenales esté eliminado?
Es cierto que Bravos y Tigres cerraron con peor registro que los larenses, pero la pregunta es ¿De jugar con el antiguo formato hubiesen planificado la temporada de esa forma?

Aragua cerró la primera mitad en el segundo lugar y prácticamente tenía su boleto a los playoffs asegurado, así fue porque terminaron séptimos en la segunda ronda y avanzaron en la tercera casilla; Bravos que no ganó ni 10 juegos en la primera fase, quizás se preparó para echar el resto en la segunda parte y lo lograron ¿Absurdo? Quizás, pero fue la realidad.

Sea esto cierto o no, las reglas estaban desde el comienzo para todos los equipos, lo irónico es que el principal perjudicado es el que planteó el nuevo formato. La directiva de Lara debe preguntarse ¿Qué debemos hacer para poder clasificar?

Ya son 6 de las últimas 7 campañas que Barquisimeto se queda sin beisbol en enero, preocupante para una ciudad que en los 90 y principios del siglo XXI tuvo el protagonismo en las instancias finales de esta pelota.

Aunque suene absurdo decirlo pienso que el balance debe ser positivo para la gerencia de los crepusculares. Por segunda zafra consecutiva el conjunto de la paralela se alzó con el campeonato, le dieron oportunidad a Vargas y Querecuto y se afianzaron en 2 posiciones claves, dos de los tres importados rindieron a la ofensiva, Giménez asumió un liderazgo que hace tiempo el equipo no lo tenía y encontraron a un cerrador muy joven que pudiese ayudarlos en próximas campañas.


Soy de los que piensa que el beisbol es 70% pitcheo y 30% el resto, con esto no descubro el agua tibia, pero hay algunos gerentes que aún no reconocen eso. Con esto no digo que Cardenales sea uno de ellos. Para ser más específicos, el relevo es más que fundamental en un equipo, para muestra los Reales de Kansas City ganaron la Serie Mundial con un bateo modesto, abridores aceptables, pero con un excelente cuerpo de relevistas. 

Si esa teoría la traemos a la LVBP, Magallanes esta temporada lució con jugadores experimentados a la ofensiva y sí fueron efectivos, pero no con los mismos nombres de temporadas atrás, el principal aspecto de su éxito fue el relevo. 

Cardenales en la única temporada que logró clasificar en las últimas 7 campañas contó en su bullpen con Luis Avilán, Yoervis Medina, César Jiménez, Rómulo Sánchez y José Jiménez.

Es complicado hacer un análisis para sacar la conclusión de las causas de la eliminación de los dirigidos por Luis Dorante, debido a que tenían todo e hicieron lo que se debe hacer para clasificar, terminar con más victorias que derrotas, pero este año había que hacer más que eso.