lunes, 25 de septiembre de 2017

La joya de Estrada



No habían trascurrido 48 horas de la extensión de contrato de Marco Estrada con los Azulejos, cuando el pasado viernes le tocó subir nuevamente a la lomita. Los Yanquis visitaban una vez más el Rogers Centre, que se preparaba para iniciar la última serie en casa está temporada, el estadio con muchas sillas sin ocupar cuando el novato sensación, Aaron Judge conectó un envío que se quedó colgado casi en el medio del palto y un poco alto para depositarlo entre el segundo y tercer piso del jardín izquierdo, pelota que recorrió 469 pies. De esta manera el jardinero llegó a 46 vuelacercas y estreno el marcador colocando arriba a la tropa de Joe Girardi 1-0 en la primera entrada. Un jonrón se lo dan a cualquiera, excepto a los que no pitchan como dicen por ahí, pero el panorama vislumbraba diferente. 

"Caminando por las calles, alguien se me topaba y me decía: 'Hombre va a estar bien, creemos en ti'. Hay mucho de eso", dijo Estrada. No siempre se trata del béisbol. Somos seres humanos, también tenemos sentimientos, así que es bueno escuchar algo de eso de vez en cuando."
Los locales no esperaron mucho y en la baja del primer capítulo igualaron las acciones con un rodado por la antesala de José Bautista, sin embargo el japonés Masahiro Tanaka salió barato y evitó que el daño fuese mayor producto de un error del camarero Starling Castro. Ese día el dominicano comenzó lo que pudo ser su última serie en casa con el uniforme de los BlueJays, el público lo sabía y fue ovacionado en cada uno de sus turnos en esa noche.

El nativo de Sonora retiró la segunda y tercera entrada de manera perfecta y en la parte baja del tercer acto el joven Teoscar Hernñandez conectó un vuelacercas que puso adelante a los locales en el marcador. El dominio de Estrada continuó en el cuarto capítulo y con un jonrón de Russell Martín le dio dos rayitas más de ventaja a su compañero.

Un par de boletos luego de dos outs en la quinta entrada fue el momento de mayor apremio para el mexicano, que a medida que transcurrría el juego se le hacía más difícil a los bateadores de los Yanquis descifrar sus envíos. Aaron Judge le conectó doble en la sexta, siendo él su peor víctima y el único que no logró poner out en toda la noche.

De esta manera el sonoreño se apuntó su décima victoria de la campaña, tercera consecutiva y sumó su cuarta salida con 5 o más innings con 2 o menos anotaciones. 


Estrada formó parte fundamental en la rotación del conjunto canadiense en 2015 y 2016, temporadas que avanzaron hasta la Serie de Campeonato, por esta razón el azteca es recordado con cariño por la afición de Toronto y ven como positiva la decisión de renovarlo un año más. Para el lanzador también es agradable regresar ya que los mejores momentos de su carrera los ha tenido con la camiseta de los Azulejos y jugar para unos fanáticos que reconocen el esfuerzo que cada jugador hace en el terreno es algo fundamental.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Miguel Cabrera mantiene su esencia


Miguel Cabrera llegó a la ciudad de Toronto, en la que sus Tigres debían disputar tres compromisos ante los Azulejos, el nativo de Maracay aún le restaba un juego de la suspensión de seis que tuvo por el incidente con el receptor de los Yanquis, Austin Romine.
La tarde del viernes sólo se le vio en el pasillo del clubhouse por el cual transitan los jugadores hacia el dogout. No estuvo en ningún momento en el terreno, intentaron conversar con él y sus palabras fueron; "no hoy no puedo, mañana o el domingo sí".
El sábado estuvo alineado como tercero y primera base, antes de iniciar el entrenamiento previo al partido se le vio reunido con Omar Vizquel y Miguel Montero, a escasos metros de ellos se podía apreciar que comentaban de la pelea entre el aragüeño y Romine.

Después de la plática, el receptor del conjunto canadiense se iba al camerino, cuando su tocayo le preguntó; "¿Quieres el bate? Llévatelo". Montero se fue con su bate y el de su compatriota. Cabrera se quedó tomando rodados en la inicial junto al mexicano Efrén Navarro y luego se dirigió a la caja de bateo para tomar sus respectivas rondas.


En su primer turno desde el primero de septiembre conectó cuadrangular por todo el jardín izquierdo para abrir el marcador, primer vuelacercas de Miggy desde el 26 de agosto. Finalizó la tarde de 4-2 con dos anotadas y un par de empujadas.
El domingo para el momento de abrir el clubhouse a la prensa (10:00 am) Cabrera ya había llegado al Rogers Centre, no se encontraba en la parte a la que tienen acceso los periodistas, pero sí estaban sus pertenencias en su puesto.
Alrededor de las 10:10 se le vio ya cambiado con un short y en cholas, algo habitual para los jugadores los domingos antes del compromiso, ya que es el único día de la semana en que el entrenamiento es opcional en la gran mayoría de los conjuntos.
Se dirigió rápido de un extremo al otro y salió con el dominicano Jeimer Candelario, no pasaron 10 minutos y regresaron ambos. "Arepas, arepas... llegaron las arepas papá", exclamó el inicialista, en tono alto y en perfecto español, aunque todos los presentes lo escucharon, varios de ellos no le entendieron. Sin embargo, igual voltearon a verlo a él y a la bolsa que traía en su mano.
Se sentó en la mesa que está en el medio del clubhouse, en la que ya estaba Aníbal Sánchez, Navarro y Bryan Holiday. "Mira lo que hay aquí. Arepa de pabellón; caraotas, carne mechada, tajada y queso. Lo que le falta es el arroz"; dijo Cabrera, que mientras comía no paraba de alabar lo bueno que era comerse una arepa.

Invitó a su compañero Holiday a comerse una empanada de queso, que también había en la bolsa, pero unos minutos más tarde bromeó con él. "No te vayas a comer todas las empanadas, tú no puedes, mira que tú eres catcher, no primera base". También mientras Cabrera, Candelario y Holiday comían, Sánchez, que era el lanzador abridor para ese día se distraía llenando un sudoku y Navarro veía un documental desde su celular.


A pocos minutos para las 11:00, momento en el que cierran el clubhouse para la prensa, Cabrera y sus compañeros ya habían terminado de comer, se quedaron unos minutos sentados conversando y luego se iban a la parte de atrás del camerino para un meeting antes del compromiso. Ese día ningún jugador de Detroit salió al terreno antes del juego, sólo en los minutos previos al primer lanzamiento para terminar de alistarse para el partido.

Al final del encuentro los Azulejos se llevaron la victoria y se quedaron con la serie (2-1) de tres compromisos ante la tropa que dirige Brad Ausmus. 

jueves, 7 de septiembre de 2017

De Libertad a la gran manzana



Si preguntamos a los venezolanos donde queda la ciudad Libertad, pocos sabrán su ubicación y muchos probablemente desconocerán su existencia. Esa pequeña localidad del estado Barinas fue el lugar que vio nacer y crecer a Ronald Torreyes, actualmente el único criollo en el roster de los Yanquis de Nueva York.

Ahora, quizás algunos se plantearán esta interrogante ¿En ese pueblo se juega beisbol? Sí, Barinas tiene buenas escuelas menores de esta disciplina

En el año 2003, la capital de ese estado albergaba las concentraciones para definir la selección que representaba al país en las competencias internacionales.

El utility inició a jugar pelota a los cuatro años de edad, siempre bajo las indicaciones de su padre (Alcides), quien no sólo fue su primer entrenador sino su principal mentor hasta el momento en que estampó su firma al profesional con los Rojos de Cincinnati.


Con esta organización permaneció dos años. Fue así como vio acción en la Venezuela Summer League en 2010.Ese mismo año escaló a la Rookie de noche que se disputa en Arizona y terminó esa temporada en clase A media con tan solo 17 primaveras.

Los Cachorros fueron su segunda organización, con ellos se estrenó en clase A fuerte y jugó dos zafras en la sucursal AA. 

De los Cachorros pasó a los Astros, luego a los Azulejos, hasta llegar a los Dodgers, equipo que le brindó la oportunidad de hacer su debut en la gran carpa en 2015. Sale de un conjunto californiano para ser pieza de otro, aunque con los Angelinos sólo estuvo por vía cambio, enseguida pasó a los Yanquis.

No es un secreto la estatura de Torreyes (1.73 metros), por lo que lograr firmar fue mucho más complicado que para cualquier jugador que supere 1.80 metros.Sin embargo, para ese entonces corrió las 60 yardas en 6.3 segundos, lució bien a la defensiva y gustó como bateaba en práctica libre y ante lanzadores, de esta manera  los scouts de los Rojos le dieron la oportunidad.


"Sí se nos hizo muy difícil por el tamaño y el físico, pero mi papá siempre me decía vamos a seguir trabajando que va a llegar un equipo que te va a dar la oportunidad y ahí es donde tienes que demostrar lo que sabes hacer", dijo en entrevista.

Durante los recesos invernales en su estancia por ligas menores, el barines se iba a su ciudad natal para pasar tiempo con su familia y entrenar con su padre. "Él se mantuvo trabajando conmigo y juntos logramos esta meta", recordó.

Torreyes se mantiene como utility de lujo para los Yanquis, muestra de eso es la opinión que tiene el cuerpo técnico de él.

"Nosotros tenemos en las menores muchos jugadores buenos, pero sí él (Torreyes) está aquí es porque tiene las condiciones para estarlo", expresó el dominicano Tony Peña, coach de primera base de los mulos.

El infilder se mantiene haciendo un trabajo discreto por su forma de ser, pero de mucho impacto por sus números. Logró suplir de buena forma al campocorto DidiGregorious y ante la lesión de Starlin Castro aprovechó ese tiempo de juego.


 A pesar de ser poco extrovertido durante la serie en Toronto fue víctima de varias bromas de parte de sus compañeros, ya que mientras era entrevistado le decían "you look like a protagonist, the show man" (luces como un protagonista, el hombre del show).

Esta es la tercera temporada que disputa el nativo de Libertad en las mayores y aunque no ha tenido la oportunidad de que su principal mentor, su padre, esté presente en un estadio de grandes ligas para verlo, espera que sea muy pronto para juntos disfrutar de ese momento.