Cuando muchos
pensaban que la carrera de Justin Verlander venía en descenso, un cambio de
equipo lo ha llevado a estar nuevamente en la élite de este deporte. Los Astros
de Houston , sobre la hora decidieron reforzar el aspecto fundamental de este
juego, el pitcheo y decidieron hacerlo con un lanzador que no estaba pasando
por su mejor momento, pero que sí contaba con experiencia en postemporada.
El gran comienzo
del conjunto de Houston, le permitió a la gerencia pensar desde temprano en cómo
prepararse para el momento donde se miden los mejores equipos de la temporada,
los playoffs. En 2015 se quedaron cortos y luego de estar a 6 outs de dejar en
el camino a los Reales de Kansas City, fueron eliminados en la serie divisional,
a la postre los Reales se llevaron los máximos honores al derrotar a los Mets
de Nueva York en la Serie Mundial.
Verlander llegó
a Houston el 31 de agosto, último día para poder ser inscrito en el roster de
postemporada, para ese momento su registro era de 10-8 con 3.82 de Promedio de
Carreras Limpias (PCL). "Quisiera darle una alegría a esta ciudad por todo
lo que le ha sucedido", fueron una de sus primeras declaraciones al ser
presentado por su nueva organización.
El lanzador de
34 años venía con un ritmo tambaleante, nada similar a sus primeros años con
Detroit. Después de la zafra de 2012, en la que sumó 17 victorias, terminó
2013 con marca de 13-12, al siguiente añi 15-12 y en 2015 cerró con registro
negativo de 5-8. Tuvo 5 presentaciones en septiembre, en las que salió airoso
en todas (5-0) y en 34.0 entradas sólo permitió 4 anotaciones para un excelente
PCL de 1.06.
Llegó el momento
de demostrar, la postemporada. El ganador del premio Cy Young en 2011 en la
Liga Americana era el serpentinero más curtido de la rotación de los Astros en
esta instancia, contaba con 5 participaciones. El manager A.J. Hinch decidió
darle la pelota para el primer compromiso ante los Medias Rojas. Prevaleció la
experiencia y el derecho dominó a la ofensiva patiroja con seis efectivos
episodios, sumado a eso la toletería de Houston comandada por el venezolano
José Altuve con 3 vuelacercas colocó adelante a la tropa de Hinch en la serie.
En el cuarto
desafío Verlander no fue el abridor, pero el manager decidió usarlo como relevo
con 3 días de descanso. Laboró 2.2 innings y se apuntó su segunda victoria de
la serie y con esa los Astros sellaron su pase a la serie de campeonato.
Verlander subió
a la lomita en el segundo choque ante los Yanquis de Nueva York y estuvo en lo
que ha sido su mejor salida en su carrera en octubre. Lanzó el juego completo y
permitió sólo una rayita para darle la ventaja a su equipo de 2-0 en la serie. Como
si eso fuese poco, le tocó saltar al ruedo en el sexto partido, el escenario
era diferente a su última presentación, era ganar o despedirse de la temporada.
Pues una vez más no defraudó a su equipo, le propinó 7 ceros a los mulos y
ayudó a los Astros a forzar un séptimo y decisivo choque.
Lo demás ya es
historia. Los Astros derrotaron a los Yanquis y ganaron su primer banderín del
joven circuito.
Verlander acumuló
16 episodios en los que recibió una sola carrera, propinó 21 ponches y se
apuntó dos triunfos, esto le permitió
alzarse con el premio de Jugador Más Valioso de la serie de campeonato.
En 2012 logró
sumar 3 victorias en la postemporada, cifra que quedó atrás después del sexto
partido de la serie, con esa se apuntó su cuarto lauro y noveno desde que llegó
a Houston en menos de dos meses.
Los Astros van a
la serie mundial, en donde se verán con unos inspirados Dodgers de Los Ángeles.
¿Quién ganará?
Lo sabremos en
unos días.
Algo que sí es
real es que los Astros cuentan con el talento necesario para ser competitivos
durante las próximas dos o tres temporadas, el contrato de Verlander finaliza
en 2019 y la gerencia de Houston sabe que el derecho puede ser una pieza
fundamental para que este equipo siga sumando triunfos en esas venideras
zafras.
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