Con el
pasar de los años el beisbol sigue siendo el mismo deporte, pero con
modificaciones que lo hacen analizarlo de manera diferente a la de medio siglo
atrás. Sí bien los protagonistas del juego se encuentran en el terreno, hay
otras personas que influyen directamente en las victorias y derrotas de cada
equipo.
"Sabiamos
que teníamos el talento para ganar la división y queríamos arrancar rápido. El
año pasado no lo hicimos y fue muy difícil, batallamos pero no lo logramos,
pero este año arrancamos muy bien y lo hemos sostenido, para mí la diferencia
es que la ofensiva es tan poderosa que cada noche la contribución viene de una
persona distinta. McCann (Brian) una noche, Altuve (José) otra, Correa (Carlos)
y con tantas estrellas en la alineación te va a dar chance para ganar cada
noche", fueron las palabras del gerente general de los Astros, Jeff Luhnow, a comienzos de julio en la visita del conjunto de Houston a los BlueJays.
Los Astros
mantuvieron su ritmo y como era de esperarse ganaron el banderín de la división
Oeste de la Liga Americana. Eso no fue sorpresa, pero la gerencia y sus
jugadores aspiraban más que avanzar a una postemporada.
¿Cuántos
daban a los Astros en la serie mundial antes del inicio de esta temporada?
Quizás no
muchos, me atrevo a decir que pocos cronistas apostaban a ellos, pero la
filosofía de Luhnow estaba basada para lograr estos resultados. En 2011, año en
el que el ejecutivo mexicano asumió el cargo dio un giro drástico en el rumbo
del equipo. Para la zafra de 2012 totalizaron 107 derrotas, la temporada
siguiente en su debut en el joven circuito, fue peor sumaron sólo 51 victorias
y 111 derrotas. Para esa campaña la nómina del equipo no superaba los 15
millones de dólares. Esa campaña les tocó enfrentarse a equipos con jugadores
como Felix Hernández (19 millones), Josh Hamilton (17 millones), Albert Pujols (16 millones), Adrián Beltré (16
millones), por nombrar algunos de su misma división, cada uno de ellos tenía un
salaria más alto que todo el equipo de Houston. Si bien las chequeras de los
peloteros no juegan, sin duda a esos jugadores se les paga por su talento y se
hace más difícil competir contra equipos de esa índole.
Eso lo
sabía Luhnow, que con mucha paciencia se fue armando de jugadores jóvenes con
talento, por medio de selecciones del draft y cambios. Él y su equipo de
trabajo sabían que los resultados los iban a ver, sólo que no debían
desesperarse.
En 2014
terminaron con registro de 70-92 y no fueron los últimos en el Oeste. Para 2015
se empezó a ver ese trabajo de varios años, ganaron el segundo boleto del
comodín y derrotaron a los Yanquis en su casa para avanzar a la serie
divisional, pero se quedaron a muy poco de seguir el camino hacia el clásico de
otoño.
Antes de
iniciar esta zafra sabían las oportunidades que contaban y por eso buscaron
reforzarse algunos aspectos. "Sabíamos que teníamos un grupo de peloteros
jóvenes que estaban madurando y que tiene mucho talento, pero queríamos agregar
3 o 4 veteranos que pueden soportar, ayudar a ganar partidos y también para
aconsejar y ayudar a continuar el desarrollo de los muchachos. Con Beltran
(Carlos), Gurriel (Yunieski), McCann (Brian), Reddick (Josh) y Charlie (Morton)...
esa fue la gente que firmamos y ya están haciendo su trabajo", expresó Luhnow
en el pasillo que está entre el dogout y el clubhouse del equipo visitante del
Rogers Centre.
´Sumado a
esas piezas con experiencia, el conjunto de Houston cuenta con un cuerpo
técnico de primer nivel, Alex Cora, Dave Hudgens y Tony DeFrancesco, todos con
experiencia como managers en ligas invernales en el caribe.
Estar en un
clásico de otoño no es nada sencillo, sino se le puede preguntar a los Reales
de Kansas City, que luego de temporadas terminando en el sótano de su división
dijeron presente en años consecutivos en la serie mundial.
Los Astros
hoy inician la serie más importante en su corta trayectoria dentro de la Liga
Americana, están a sólo 4 victorias de llevarse los máximos honores.
¿Podrán los
Astros ganar su primer campeonato en su historia?
No lo
sabemos aún, lo que sí es cierto es que el trabajo que inició Luhnow en 2012 dio
el resultado que esperaban y le ha está dando muchas alegrías a una fanaticada
con ansias de grandeza y a una ciudad que recientemente fue golpeada por la
naturaleza.
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