Hablamos de Nueva York e inmediatamente evocamos sus principales emblemas: Estatua de la Libertad, Central Park, Empire State, la 5ta Avenida, Times Square. Entre ellos, el estadio de los Yanquis se ha ganado un lugar privilegiado. Es de las primeras referencias de la gran manzana, pero este honor viene también con obligación. Sus seguidores son muy exigentes y no les basta con clasificar a la siguiente fase, el título siempre será su objetivo. Suena intransigente, pero los Yanquis son la novena con más campeonatos en la liga (27).
Hal Steinbrenner, propietario principal de los Yanquis de Nueva York, resistió hasta el último día posible de la fecha de cambios (31 de julio) para admitir que esta iba ser una temporada de fracasos para su equipo.
Figuras como Andrew Miller, Aroldis Chapman y el experimentado pero productivo Carlos Beltrán salieron del conjunto, esto dio a pensar que veían muy remotas sus posibilidades de avanzar a la postemporada y la gerencia decidió estructurar al conjunto para las temporadas venideras.
Para el 31 de julio, los mulos del Bronx se ubicaban cuartos en la división Este de la Liga Americana, a 7 juegos del líder, los Orioles de Baltimore. También se ubicaban a 5 juegos y medio del segundo comodín y con varios equipos por encima en esa lucha.
A 3 semanas para el final de la ronda regular, los Yanquis dieron un giro drástico. Con talento joven, de poca experiencia, están luchando por un boleto a los Playoffs.
Con 8 triunfos en los últimos 10 partidos, la tropa del norte de Nueva York se colocó a un juego del segundo lugar del comodín que hoy sábado comparten los Orioles de Baltimore y los Tigres de Detroit. Sumado a esto le restan 7 juegos contra Boston, 3 contra Baltimore y 3 contra Toronto, lo que permite pensar que aún tienen posibilidades reales de luchar por la división, aunque estén a 4 partidos de diferencia.
Figuras como Tyler Austin, Judge y el novato sensación Gary Sánchez han sido parte de las figuras emergentes que han tomado el protagonismo de los Yanquis las últimas semanas. Podríamos decir que son jugadores con deseos de demostrar que están listos para jugar en las grandes ligas y con ansías de ganarse un puesto. Jugaban sin presión ya que no contaban que el equipo pudiese luchar por un lugar en la postemporada, pero ahora con el equipo de vuelta a primer plano deberán manejar este factor.
Crédito merecido para Joe Girardi, que ha sabido mezclar el talento joven junto a las piezas experimentadas que posee. También el estratega ha lidiado con las lesiones de varios de sus jugadores y ha movido de gran forma a sus lanzadores para sumar triunfos importantes.
¿Les alcanzará el esfuerzo de estos jóvenes a los Yanquis para clasificar nuevamente o se quedarán cortos en el intento?
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